Ademàs de quiropràctico (ver entrada anterior) tambièn descubrì que tengo otra vocaciòn: arquitecto o ingeniero civil.
Resulta que mi mamà y mi abuela, como siempre, andan mal. Si, hace un calor de 26 o 27 grados dentro de casa y se les ocurre...poner el ventilador!!!! còmo????? y yo??? y mis sentimientos, y mi opiniòn no cuenta??????? si yo SIEMPRE busco lo calientito, el clima apenas y està bueno para mi, asì que mientras veìamos televisiòn decidì solucionar mi problema: construì un fuerte con las almohadas de la cama para bloquear los hostiles vientos de frente.
En la foto no se alcanza a apreciar (porque mamà es bastante mala para seguir instrucciones de còmo querìa yo que quedara la foto), pero hay otros dos cojines como parte de la costrucciòn y al otro lado de la foto, està el adversario y malèvolo ventilador soplàndole a lo calientito que no querìa yo que se perdiera.
Y allì me ven a mi, de pompis metido en la construcciòn.
miércoles, 7 de julio de 2010
jueves, 1 de julio de 2010
Es duro ser jefe de manada
Uuuuuuff!!!! es difìcil ser perro jefe de la manada. Si, porque si uno no supervisa las cosas personalmente, simplemente no se puede confiar en los subalternos (lèase mamà, abue y Gelita) para que las hagan bien por sì mismos.
Nada más vean que sabadito tan pesado me aventè: empiezo a las 8 y media de la mañana, pasa el señor del agua: "el aaaaaguaaaaaa electropuuuraaaaaaaaa!!!!!" y abuelita, dormida. Ni modo que nos quedemos sin garrafòn del vital lìquido asì que me pongo a darle topetazos a la abuela, a ladrar y aullar como loco hasta que se levanta y en vez de ir volada a la puerta...se mete al baño!!! corro, me subo a la cama de mami, me subo en ella, la ladro, le lloro y la topeteo hasta que le grita a abuelita "mamà, haz algo con tu perro, que ya llegò el del agua" (a veces cuando soy todo lindo y servicial me dicen "tuperro"). Compran el agua.
Llega Gelita, que es quien hace de comer para la semana y hace queahacer. Sacan la basura, como ni modo que nos quedemos sin lugar donde tirarla, saco bolsas de plàstico y corro con ellas, digo, para recordarles que hay que poner nuevas, luego Gelita cocina, y ni modo de dejar que se haga un cochinero, asì que la superviso y levanto (y me trago) lo que se le caiga al piso o lo que no se vea muy salubre, por ejemplo, para mi gusto que tiene que haber tortillas frescas a diario, asì que las que tenìan ya DOS dìas enteros en la casa, tenìan que irse; brinquè y brinquè hasta que las alcanzè en la barra y cayeron el kilo enterito al piso.
Luego a recoger, pero curiosamente estos humanos no parecen entender que el sitio ideal para mis juguetes es "enmedio"; enmedio de la sala, del pasillo, de la recàmara, asì si estoy en un cuarto me queda còmodo recogerlos y llevarmelos pues estàn a la mitad de donde sea, aaaah no, se los llevan y los ponen en algùn rincòn, bueno, hay que checar dònde para inmediatamente regresarlos "enmedio". Y esto se repite hasta cinco veces.
Luego estàn las tareas diarias, que no hay que pasar por alto por ser fin de semana: ladrar. LADRAR. A-todo-lo-que-se-mueva, sobre todo si ese algo està màs allà de la puerta, poco importa si està tres pisos abajo.
Ah si, se me olvidaba, tambièn laborè como miembro de la profesiòn mèdica, mi abuelita habìa tenido dolor de rodilla todo el dìa y estando ella acostada con la rodilla flexionada, decidì ayudarla, me aventè cono Blue Demon desde la cuarta cuerda del cuadrilàtero directo sobre su pie, le doble toda la pierna hacia un lado, ella aulló (nunca habìa escuchado a un humano hacer semejante ruido) y llorò, ademàs de que algo hizo crak!. Total, tanto gimotear y decir groserìas (abue, con esa boca comes???) y al ratito espetò "ya se me quitò el dolor, creo que traìa algo zafado y Leìto me lo acomodò". Asì que oficiè de quiropràctico.
Total, ni tiempo tuve de tomar siesta, miren la foto adjuntada para ver còmo quedè.
Nada más vean que sabadito tan pesado me aventè: empiezo a las 8 y media de la mañana, pasa el señor del agua: "el aaaaaguaaaaaa electropuuuraaaaaaaaa!!!!!" y abuelita, dormida. Ni modo que nos quedemos sin garrafòn del vital lìquido asì que me pongo a darle topetazos a la abuela, a ladrar y aullar como loco hasta que se levanta y en vez de ir volada a la puerta...se mete al baño!!! corro, me subo a la cama de mami, me subo en ella, la ladro, le lloro y la topeteo hasta que le grita a abuelita "mamà, haz algo con tu perro, que ya llegò el del agua" (a veces cuando soy todo lindo y servicial me dicen "tuperro"). Compran el agua.
Llega Gelita, que es quien hace de comer para la semana y hace queahacer. Sacan la basura, como ni modo que nos quedemos sin lugar donde tirarla, saco bolsas de plàstico y corro con ellas, digo, para recordarles que hay que poner nuevas, luego Gelita cocina, y ni modo de dejar que se haga un cochinero, asì que la superviso y levanto (y me trago) lo que se le caiga al piso o lo que no se vea muy salubre, por ejemplo, para mi gusto que tiene que haber tortillas frescas a diario, asì que las que tenìan ya DOS dìas enteros en la casa, tenìan que irse; brinquè y brinquè hasta que las alcanzè en la barra y cayeron el kilo enterito al piso.
Luego a recoger, pero curiosamente estos humanos no parecen entender que el sitio ideal para mis juguetes es "enmedio"; enmedio de la sala, del pasillo, de la recàmara, asì si estoy en un cuarto me queda còmodo recogerlos y llevarmelos pues estàn a la mitad de donde sea, aaaah no, se los llevan y los ponen en algùn rincòn, bueno, hay que checar dònde para inmediatamente regresarlos "enmedio". Y esto se repite hasta cinco veces.
Luego estàn las tareas diarias, que no hay que pasar por alto por ser fin de semana: ladrar. LADRAR. A-todo-lo-que-se-mueva, sobre todo si ese algo està màs allà de la puerta, poco importa si està tres pisos abajo.
Ah si, se me olvidaba, tambièn laborè como miembro de la profesiòn mèdica, mi abuelita habìa tenido dolor de rodilla todo el dìa y estando ella acostada con la rodilla flexionada, decidì ayudarla, me aventè cono Blue Demon desde la cuarta cuerda del cuadrilàtero directo sobre su pie, le doble toda la pierna hacia un lado, ella aulló (nunca habìa escuchado a un humano hacer semejante ruido) y llorò, ademàs de que algo hizo crak!. Total, tanto gimotear y decir groserìas (abue, con esa boca comes???) y al ratito espetò "ya se me quitò el dolor, creo que traìa algo zafado y Leìto me lo acomodò". Asì que oficiè de quiropràctico.
Total, ni tiempo tuve de tomar siesta, miren la foto adjuntada para ver còmo quedè.
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